COMENTARIO COMPETO Y, DEBAJO DE ÉL, MÁS FOTOGRAFÍAS NUESTRAS DE LA RUTA VILLAREAL-LA ESPERATA (RODEANDO LA SIERRA DE LA CARRASQUILLA)
LORCA - MURCIA
11 de noviembre de 2019
LORCA - MURCIA
11 de noviembre de 2019
El comentario es una aportación de los compañeros, Paco García y los del Grupo de Flora y Fauna. Nos lo leen, durante el descanso-refrigerio que hacemos a mitad del recorrido los compañeros Paco Torroglosa el de la Ruta y Josefina el de Flora y Fauna.
LA CARRASQUILLA:
La pedanía de Carrasquilla no posee Historia documentada hasta el siglo XVIII. Localizada en el sureste de Lorca es un área atractiva por sus paisajes, ya que la mayor parte de su superficie está recorrida por las sierras de Carrasquilla y Almenara.
Tras la conquista de Murcia por los árabes, en el siglo VIII d. C., Lorca pasa a formar parte de la Cora de Tudmir, una de las provincias musulmanas del reino de Al-Ándalus, cuya extensión abarcaba prácticamente lo que hoy en día es la Región de Murcia. Durante algunos de los años de la ocupación árabe, la ciudad de Lorca llegó a convertirse en la capital del distrito de la Cora, lo que certifica la importancia del territorio lorquino dentro de la administración territorial musulmana de las comarcas del Suroeste murciano.
En el siglo XIII, después de la incorporación de Lorca al reino de Castilla por Alfonso X “El Sabio” las epidemias, sequías y consiguientes hambrunas de la época moderna dificultarían siempre la evolución positiva de las demografías de los parajes de Carrasquilla.
No es hasta el siglo XVIII cuando se observa un incremento de las parcelas roturadas de los campos de Lorca y una repoblación de esta zona gracias a las reformas borbónicas. Encontramos referencias al Campico de Francisco López en un documento de principios del siglo XVIII sobre la ermita de la finca de la Casa Cano. Su nombre es debido al canónigo Francisco Cano, propietario de la finca, ya que en esta época era común la vinculación de las grandes fincas a la Iglesia.
La estructura de la propiedad actual procede, en buena parte, de las desamortizaciones del siglo XIX, proceso en el cual la acción estatal convirtió en bienes nacionales las propiedades de diversas entidades civiles y eclesiásticas a favor de ciudadanos individuales. Las medidas estatales afectaron a las fincas rústicas y urbanas y a las rentas de origen variado y la Sierra de la Carrasquilla no podía ser menos.
Entrado el siglo XX, durante el período de apogeo de las explotaciones mineras de la Sierra de Almenara, la población aportó mano de obra, aunque el pilar básico de su economía se ha fundamentado en sus campos, dedicados al cultivo de la almendra y el olivo y en zonas con posibilidades de riego, aparecen incluso frutales y algunos cultivos hortícolas. También influye en la economía las labores de pastoreo, principalmente con rebaños de cabras y ovejas.
La cocina típica de Carrasquilla es la que se disfruta en todo el territorio lorquino; una cocina abundante en hortalizas, legumbres y carnes, en especial, la ovina y porcina, siendo los platos más comunes las migas con tropezones, la olla fresca de cerdo, al arroz y pavo y la olla gitana.
El turismo rural empezó su andadura gracias a su situación privilegiada en la Sierra de la Carrasquilla. Algunos de los más significativos son el Cortijo de Palomares y la Hacienda del Gitano.
FLORA Y FAUNA:
La Sierra de la Carrasquilla forma un arco continuo desde el límite con Almería hasta Mazarrón. La formación vegetal dominante es la de los matorrales termomediterráneos: palmitos, lentiscos, tomillos y retamas, pequeños bosquetes de coníferas (árboles y arbustos de hojas persistentes en forma de escamas y fruto en cono) y zonas de roquedos (pequeños peñascos o rocas).
Esta sierra guarda rincones increíbles. Se mire por donde se mire, la vista tropieza siempre con el perfil inconfundible de la acibara, una planta hermana del aloe vera y que otorga a este paisaje un toque exótico.
También se encuentran, en la llamada Rambla de Purias, tarays, baladres y cañares. Este cauce de agua ocasional contó con una charca de daba vida a los anfibios de la zona y de beber al resto de animales que la frecuentaba. Sin embargo, la falta de conciencia ambiental y el deseo de venganza de un vecino (que fue denunciado por llevarse ilegalmente el agua de esta charca para regar sus tierras) le llevó a secarla y ya no ha vuelto a formarse.
En cuanto a su fauna, su principal interés reside en ser un hábitat óptimo para la Tortuga mora, la cual tiene un lugar llamado Cortijo de la Tortuga Mora para el estudio de la especie por la Fundación Global Nature en las Cumbres de La Galera, así como una zona para la conservación de aves rapaces amenazadas como el águila real, el búho real, el halcón peregrino y el camachuelo trompetero (pájaro parecido al pardillo).
Otra de las especies de especial protección es el camaleón, introducido en este hábitat hace unos 15 años, siendo seguidos con especial atención por Greenpeace Murcia.
Además, se ha puesto en marcha por la misma Fundación, en colaboración con la Consejería de Industria y Medio Ambiente de la Región de Murcia, entre otros, una red de reservas biológicas que intenta conseguir un incremento de la población del conejo de monte y otras especies como la perdiz roja, para que puedan disponer de suficientes recursos alimenticios. Asimismo, también se ven beneficiadas las poblaciones de paloma torcaz y de tórtola común.
Esta sierra está declarada ZEPA (zona de especial protección de aves) y LIC (lugar de interés comunitario).
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